Cómo crear tu propio banco de semillas ecológicas | ECOagricultor

Encontré esto casi que por error, como una señal de que ya debo empezar a pensar seriamente en hacer algo con mi interés por las granjas caseras 😉 Mi primera duda siempre ha sido «¿Cómo consigo semillas orgánicas?» (¡No imaginaba que fuera tan fácil y EVIDENTE! ¡Vaya desconocimiento el mío!) y la segunda, que queda pendiente: «¿Cómo consigo tierra de calidad para mis cultivos, que no esté contaminada ya con pesticidas y cosas así?». Luego vienen muuuuchas otras preguntas, pero por el momento, podemos empezar respondiendo a la primera y dando el paso número 1 en esto de las granjitas 😉

Fuente de la Imagen Tom Brandt

Fuente de la Imagen Tom Brandt

via Cómo crear tu propio banco de semillas ecológicas | ECOagricultor.

Pueden ver más detalles y enlaces interesantes en el artículo original enlazado más arriba, acá les coloco lo más esencial para «crear el banco de semillas»:

Aspectos a tener en cuenta para la selección de las semillas:

Tipo de comida: si vas a extraer las semillas de una comida ecológica, local, convencional, etc.

Criterios de selección adicionales: a qué sabe el alimento de que tomamos la semilla; como es su aspecto; como es su tamaño (según la fuente más grande indica más nutrientes); etc. La idea es guardar las semillas de los mejores ejemplares para aumentar las probabilidades de tener luego los mejores cultivos. Adicionalmente, sería conveniente tener info sobre cómo ha crecido la planta, si rápido y fuerte, si ha resistido a plagas, etc. Esto no lo podemos saber de las frutas que compramos aunque sean orgánicas, pero lo podemos tener en cuenta para el futuro. Además, sirven también datos como resistencia a los elementos climáticos, a parásitos, el ciclo y velocidad de crecimiento, etc. En el caso de tener acceso a las flores de ciertas verduras como cebollas, lechugas, etc., coger las semillas de las flores que florecen más tarde.

Otra opción que tenemos es la de comprar semillas de alimentos que no encontramos en nuestra zona o intercambiar las semillas que tenemos por otras.

Procedimiento a seguir para extraer las semillas

Una manera de extraer las semillas, es abriendo la fruta y extrayendo manualmente o con un cubierto, luego lavando esas semillas y dejándolas secar sobre papel de cocina, por ejemplo, ya que éste absorbe toda la huedad que puedan tener las semillas.

Es muy importante que las semillas no estén húmedas, ya que de lo contrario podrían pudrirse o incluso germinar.

A poder ser, dejar las semillas sobre papel, en un lugar donde corra el aire y que no les de el sol. Para saber si las semillas están secas, para proceder a guardarlas, podemos coger una y tratar de romperla al doblarla. Si se rompe, es que está lista para ser guardada. También, si se muerden, “petan”, signo de que están secas.

Cómo guardar las semillas

Una vez tenemos las semillas secas, éstas deben guardarse en un lugar seco, fresco o frío, y sin luz solar. A poder ser, en un lugar a temperatura estable. Así que tenemos diferentes opciones en función de las posibilidades de espacio y del lugar donde vayamos a guardarlas.Por ejemplo, en bolsas de papel o de tela o sobres cerrado. El papel y la tela son porosos y no retiene la humedad. Una opción es guardar el sobre cerrado dentro de una bolsita de plástico cerrada únicamente por una grapa, así que entra y sale el aire, y me aseguro de que no se pierde ninguna semilla si se sale del sobre. Otra opción es en tarros de cristal al vacío (herméticos), pero para eso hay que disponer de más espacio para guardarlos y utilizar algún método seguro para que se cierren bien.

Para que las semillas se mantengan secas se pueden utilizar tiza de pizzarra y cenizas.

Etiquetado y referencias

A cada tarro o bolsa de papel es importante anotar las referencias. Algunos datos importantes pueden ser:

  • Alimento: Sandia;
  • Clase: ecológico o no;
  • Fecha de envasado
  • Cantidad de semillas aprox;
  • Observaciones: podemos anotar lo que queramos, por ejemplo, si el fruto era bueno, muy bueno, su procedencia, etc.

Duración media de la capacidad germinativa normal de las semillas guardadas en buenas condiciones:

Cuando queramos utilizar la semilla después de un periodo largo de conservación podemos hacer una prueba de germinación para asegurarnos de su viabilidad. Se trata de poner algunas semillas en varias capas de papel húmedo, a una temperatura de 20-25º (en el interior de casa) y observar la germinación después de una o dos semanas. La viabilidad de la semilla es la capacidad que tiene de germinar y dar lugar a una nueva planta. Las semillas pueden mantenerse viables un número muy variable de años, des de uno hasta 10 o más años. Un lote de semillas no pierde su viabilidad de forma repentina. La proporción de semillas capaces de germinar disminuye progresivamente a lo largo de los años. Esta disminución de la viabilidad depende mucho de las condiciones de almacenaje y, por lo tanto, es dificil decir el número de años que se puede conservar la semilla de una especie determinada.

A pesar de esto, esta es una orientación del tiempo medio de conservación de diferentes especies:

1 Año: Cebolla
2 años: Maíz
3 años: Guisante, Lechuga, Judia, Pimiento, Zanahoria, Tomate, Escarola
4 años: Acelga, Coles, Espinaca, Haba, Nabo, Rábano, Brocoli, Col de Bruselas, Coliflor, Remolacha, Navo, Abas
5 años: Apio, Berengena, Calabaza, Melón, Pepino, Cardo, Calabacín, Sandía

Mas sobre los “Frankensteins» (o transgénicos, para mejor entendimiento) y por qué es tan difícil tomar partido y saber quien tiene la razón

No importa cual sea tu actitud respecto a los transgénicos y tu salud. Igual estas dentro de lo «razonablemente correcto». Si decides dedicar una tarde o unas horas a educarte sobre este tema y adoptas una actitud a favor de los organismos modificados genéticamente, encontraras toda clase de noticias, artículos y hasta estudios (si, muuuchos estudio) que te dirán que si, que son seguros. Si por el contrario, haces tu propia investigación esperando encontrar todas las «verdades ocultas» y daños generados por estas tecnologías, entonces también encontraras inmensidad de publicaciones y también de estudios y reportes diciéndote que los transgénicos son malos: afectan las funciones hepáticas y renales, la fertilidad, causan alergias, tumores, entre otras calamidades. Mantener una posición neutral… es difícil.

(Fuente de la Imagen: Pinterest)

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Toxicidad a largo plazo de un herbicida Roundup y el maíz modificado genéticamente tolerante al Roundup

Con esto acaba otro día de mucha investigación sobre el estudio mas reciente hecho con transgénicos. Se trata de un debate en el cual se mueven MUCHOS intereses y entre tantos intereses no se si tiene lugar mi interés por cuidar mi salud y la de mis futuros vástagos.

En un lado del ring tenemos a los gigantes de “la industria de los transgénicos” con Monsanto como su máximo representante; en el otro lado del ring tenemos a los activistas que están apasionadamente (con base o sin ella) en contra de la ingeniería genética de alimentos.

(Fuente de la Imagen: Pinterest)

Creo que nunca terminare de entender este lio: por una lado no entiendo que empresas gigantescas como Monsanto inviertan taaaanto en tiempo y dinero para desarrollar productos que no son seguros ni para el consumo ni para el ambiente (y existiendo otras formas de desarrollar buenas semillas de cultivos); por el otro lado no entiendo que podrían ganar los activistas con perseguir y denunciar a empresas como Monsanto hasta el cansancio, bajo el supuesto de que estén tan equivocados como muchas veces nos los pintan…

Me temo que en esta guerra en la que el ring ante la opinión pública son los controlables medios de comunicación, es posible que nunca tengamos la verdad 100% como es, pero a continuación les nuestros mis más recientes esfuerzos por acercarme a ella todo lo que puedo: Sigue leyendo

Mitos y verdades sobre los transgénicos

¡Hola chicos y chicas y lectores anónimos! No me he olvidado de ustedes pero penosamente me doy cuenta que mantener un buen blog exige mas tiempo del que a veces disponemos 😦 pero no quiero ponerme quejumbrosa sino adelantarles parte de mi investigación sobre los transgénicos.

En Facebook ya había comentado mi interés en el tema (unos dicen que son malos, otros dicen que son buenos y al final uno que no sabe de nada de eso se pregunta “¿Y a quien le pongo caso?”.

Esto se vuelve especialmente escabroso y complicado en momentos como este en que en Estados Unidos (California específicamente) un buen grupo de activistas esta exigiendo que la comida que compran los gringos tenga información sobre si incluyen o provienen de cultivos transgénicos o no. Es una batalla interesante y fuerte que enfrenta a la gente más o menos informada (madres preocupadas por la salud de sus hijos, ecologistas, etc.) contra las grandes empresas que ven en esta posible ley una gran amenaza a sus ventas (y uno que no sabe de eso se pregunta «Y si los transgénicos no son malos entonces… ¿Que tiene de malo etiquetarlos?» 🙂 ).

En fin, esta situación ha llenado todos los periódicos de artículos sobre el tema y admito que tengo una lista tan larga a leer de artículos sobre «alimentos modificados geneticamente» que para cuando tenga el tiempo de hacerlo es probable que ya estén obsoletos 😦

Entre todas esas cosas, hace un par de semanas empecé a leer el informe “Mitos y verdades sobre los OMG” (GMO MYTHS AND TRUTHS REPORT). Después de tomar infinidad de notas a lo largo de sus más de 100 páginas, llegue a una conclusión del documento que contenía a grandes rasgos todo lo que les quería contar del reporte. Con el permiso de Earth Open Source les presento la traducción mas abajo, con algunas notas incluidas por mi (lo cual especifico en color rosa. Las negritas y subrayados también son míos. Las imagenes las inclui de mi cuenta). Sigue leyendo