La Dra. Harper nunca dijo que Cervarix (ni Gardasil) fuera más riesgosa que el cáncer cervical

Me pone mal el amarillismo. Este mundo digital que nos permite comunicarnos tanto, también nos hace nadar en un mar desinformación a veces creado, o perpetuado por nosotros mismos… y este es el caso de las vacunas contras el VPH (o Virus del Papiloma Humano. Sí, el que da cáncer de cervix).

Propaganda de Vacuna contra el VPH

Una foto del brochure que me dieron en uno de los lugares que visité preguntando por la vacuna.

Desde hace dos o tres años nado en un mar de confusión cada vez que empiezo a considerar esta vacuna. Por un lado, todos y cada uno de los doctores y doctoras que consulto, la recomiendan (claro, no quiere decir que sepan lo que hacen 😛 ). Por otro lado, más y más blogs denuncian complicaciones y muertes causadas por estas vacunas (Gardasil y Cervarix). Y los medios más formales, no dicen nada. O por lo menos nada que se mueva en redes.

En fin, que después de ver esta noticia me empecé a pregunta ¿Y la Dra. Harper quien es? ¿Y por qué supuestamente denuncia las vacunas Cervarix y Gardasil contra el papiloma humano ahora? Si le preocupa tanto la salud de la gente y estas vacunas son tan letales ¿Por qué no habló antes? (Ojo, que esto tiene más de 10 años en el mercado) O peor aún, ¿Por qué dejó que se empezara a comercializar en todo el mundo?

Son preguntas que hay que hacerse y el tema es serio. Estoy aburrida de los tantos blogs que se limitan a hacer copy paste y difundir irresponsablemente información tan importante que al mismo tiempo puede ser tan cierta como falsa, sin proveer una fuente siquiera.

En fin, buscando fuentes más «oficiales», más confiables, de esas que tienen más que perder (porque, pensemoslo bien, si ustedes me cachan a mi en la mentira ¿Que es lo peor que me puede pasar? En especial cuando por esto no recibo un centavo… pero ¿Y si pasara por ejemplo, con el New York Times? ¿Cómo afectaría eso sus ventas?), encontré información interesante sobre la Dra. Harper, Gardasil y Cervarix, que vale la pena compartir. Luego les comparto MIS impresiones personales y ustedes, si quieren (y ojalá que quieran), me comentan que les parece todo el tema ¿Vale? Sigue leyendo

¿Cómo cuidas tus ojos hoy para evitar las cataratas del mañana? (“La Guía para comprar gafas de sol “)

La Optómetra me recetó lentes para proteger mi vista del computador y mientras trato de elegir la montura ideal, me doy cuenta que hace rato no uso lentes de sol. Me daba física flojera abordar el tema y desmitificar de una vez por todas si el precio tiene algo que ver con el nivel de protección que ofrecen unas gafas de sol a mis ojos. Pero ya que entré por fuerza (y por agotamiento visual) en la onda de ponerle atención a mis ojitos, les comparto mis hallazgos y quizás se sorprendan 😉 Como siempre, vayamos por partes:

¿Cuál es el problema entre el sol y nuestros ojos?

Los rayos ultravioletas (UV), que curiosamente no podemos “ver”. Estos rayos se dividen en tres tipos:

  • Rayos Ultravioletas de Onda Larga, comúnmente conocidos como UVA y de los cuales aún no se define si hacen daño o no (en estos casos, mejor prevenir que lamentar ¿No?).
  • Rayos Ultravioletas de Onda Media o UVB, los cuales DEFINITIVAMENTE dañan la córnea propiciando el desarrollo de cataratas y otros problemas oculares más escalofriantes (degeneración macular, pterigión, pinguecula y hasta cáncer de ojo :-S )… todo esto sin tocar el tema del daño a la piel.
  • Rayos Ultravioletas de Onda Corta o UVC, los cuales nuestra querida atmósfera terrestre nos hace el favor de bloquear (aunque a veces no nos lo merezcamos).

El tema se hace aún más relevante si vives cerca del ecuador del planeta, si vives más cerca del cielo (en ciudades altas), si utilizas aparatos bronceadores o drogas foto sensibilizadoras, o si eres un niño o niña. Ah sí, resulta que lxs niñxs, al estar en una etapa de desarrollo son aún más sensibles a estos rayos UV, de modo que necesitan usar lentes de sol para proteger sus ojitos en crecimiento.

Claro este punto, vamos al siguiente:

¿Cómo sé que gafas de sol comprar? ¿Cómo sé que lentes de sol me protegen de verdad? Sigue leyendo

El azúcar es malo (… y como combatirlo más allá de la Stevia)

Ya se los he dicho muchas veces ¿cierto? Bueno, para muchas personas oír que algo es malo no es suficiente. Y para muchas otras oír las razones de por qué algo es malo… tampoco es suficiente. En general tenemos la costumbre de justificar nuestros hábitos de alimentación con argumentos del tipo “tengo toda la vida haciéndolo y no he muerto” o “el cuerpo puede manejarlo”. Cierto es que nuestros cuerpos tienen una sorprendente habilidad de metabolizar todos los disparates que le metemos cada día y no caer hechos nada en el momento pero ¿por qué obviamos por completo el efecto de “largo plazo”? ¿Por qué esperar a enfermarnos cuando podríamos tener un enfoque más bien de prevención? (Y por cierto, que puedas estar toda tu vida con un mal hábito y no morirte, no significa que no se vaya a reflejar en la salud de tus hijos… si quieres saber de que hablo, investiga un poco sobre la epigenética).

"Trata tu propio cuerpo como tratarías el cuerpo de tu futura hija" Fuente de la imagen: Fighting Tinspoo

«Trata tu propio cuerpo como tratarías el cuerpo de tu futura hija» Fuente de la imagen: Fighting Tinspoo

Hoy estoy algo existencialista, así que trataré de controlar un poco mis ánimos e ir directo al grano: el azúcar es malo. No tienes que seguir leyéndome, simplemente abre Google y busca “azucar salud” o cualquier otro término parecido, y encontrarás decenas y decenas de artículos, noticias y toda clase de publicaciones (unas más amarillistas que otras) sobre distintos efectos nocivos del dulce veneno. ¡En serio! Hay hasta listas del tipo “127 razones para no comer azúcar”, “7 razones por que el azúcar es mala”, “14 razones para consumir menos azúcar”, o “143 razones por las cuales el azúcar arruina su salud”.

Sea cual sea el caso, lo cierto es que el azúcar cuando menos es un buen paquete de calorías vacías que no aportan absolutamente nada al organismo más que eso: calorías que se metabolizarán y se guardarán en forma de grasa en el cuerpo (¿Bajar de peso? ¿Alguien?). En todo caso hay que tener en cuenta que cada cosa que ingieres, exige un trabajo de tu cuerpo para metabolizarlo, lo cual implica el uso de enzimas o la producción de hormonas… o sea, para metabolizar basura (y con esto no me refiero solamente al azúcar), usas los nutrientes y energía de tu cuerpo que por seguro tendrían mejor utilidad en otras cosas como rendir mejor en tu trabajo o estudios…

En el caso extremo el azúcar se nos presenta literalmente como un veneno (Si cuentas con hora y media libre y quieres ver más en este orden de ideas y entiendes inglés, puedes ver la conferencia “Sugar: the bitter truth”) en Youtube. Si profundizas un poco sobre el tema encontrarás que demasiada azúcar afecta la memoria y el aprendizaje (Fuente), contribuye al desarrollo de tumores y cáncer (Fuente); propicia el desarrollo de diabetes; afecta la función del sistema inmune; afecta la fertilidad; daña la estructura de colágeno de la piel favoreciendo la aparición de arrugas; favorece la hipertensión y afecciones cardiacas; afecta las funciones del páncreas y del hígado; propicia la obesidad; genera resistencia a la insulina en el feto; genera cierta dependencia (algunos dicen que el azúcar es tan adictiva como la cocaína); favorece la preclamsia en las mujeres embarazadas… Sigue leyendo

¿Vida natural? Esto es un paso a la vez….

Muchas cosas han pasado en lo que va de enero: he cocinado varias recetas a base de carne y pollo por primera vez en mi vida adulta (Ah sí, ya no soy vegetariana… sé que más de un amigo apretará los dientes cuando se entere y en algún momento espero poder publicar el por qué, después de 5 años de intachable vegetarianismo, deje de ser «vegetariana», pero ya que ese no es el foco de este post les cuento la versión corta: mi salud es primero. No lo malinterpreten: abogo por un consumo consiente de absolutamente TODO…. y esto no te evade de comer verduras… ¡MUCHAS VERDURAS!, independientemente de con qué las acompañes.)

Coma más pollo

Por otro lado, me he dado espacio para reflexionar sobre mi apresurada carrera en este cuento de “vida natural” (me gusta más como lo hablan en inglés: “natural living”, “real whole food”… en español suena raro: “vida natural” “comida de verdad”… en fin…). Soy de esas que siempre han tenido una inclinación nata hacia “lo natural”, viéndolo como una alternativa mucho más lógica de consumo (quería decir una alternativa “más sana” para no sonar discriminatoria, pero la verdad es que para mí ha sido siempre lo más lógico a elegir: las cosas lo más cercanas a su estado original). A pesar de mi interés instintivo en el tema, creo que mi interés casi obsesivo se desencadenó un día en que buscaba “protectores solares naturales” y me encontré con Katie, quien se convertiría en mi bloguera favorita casi instantáneamente y mantiene el título al sol de hoy.

Blog de Katie: Kitchen Stewardship

Era un domingo, y de ver un post sumamente bien elaborado e informativo sobre los protectores solares, marcas recomendadas, alternativas naturales (aceite de coco si te estás preguntando) pasé a ver de todo: como los plásticos no solamente son súper nocivos para el medio ambiente (lo cual todos sabemos hace rato) sino que son horribles para nuestra salud (un compuesto llamado bisfenol 5 se “cuela” de los plásticos a las comidas y bebidas que contienen, y al entrar en nuestros cuerpos actúa como disruptor hormonal “feminizando” a los hombres, afectando la fertilidad, y otras cositas más); como el aluminio está relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar Alzeimer (y todos los desodorantes del supermercado lo contienen); como a cosas tan básicas como el queso parmesano rallado le echan de cuanto disparate simplemente para mantenerlo suelto, sin que se pegue; como muchas veces creemos que compramos algo tan simple como “jamón” y al ver la etiqueta te das cuenta que tiene hasta harina de trigo (por no mencionar la soya – transgénica, cancerígena -, las grasas vegetales – malas para la salud cardiovascular, cancerígenas-, y nitritos – cáncer en polvo- 😛 )…

En fin, ese domingo fue una especie de epifanía y Sigue leyendo

Cuida tu colon integrando estos consejos en tu estilo de vida:

Se me cae la cara de la pena por pasar tanto tiempo si asomarme por acá 😦 Ganas me sobran, pero eso de que el tiempo es uno de los recursos más preciados… ¿Nadie vende un par de horas? 😀

Pero bueno, continuando con la línea anterior sobre el colon, les cuento que después del último post he leído bastante sobre el tema. Empecé con «Salud por lo alimento» del Dr. Jorge Pamplona, un libro que uso frecuentemente en busca de datos concretos sobre los beneficios de ciertos alimentos.

Luego seguí con un libro muy popular y recomendado en la blogosfera: «GAPLibro GAPSS: Guts and Psycology Syndrome” (El síndrome del instetino y la psicología GAPS, en Español) de la doctora Natasha Campbell-McBride MD (MMedSci[neurologí], MMedSci[nutrición]). Decir que me ha encantado es poco. El libro muestra de una manera bien clara (y creo que amena) como funciona el coloncomo las bacterias que viven en él en perfecta armonía, contribuyen con nuestra adecuada nutrición y buena salud; como un desbalance en la flora intestinal (causado por muchas cosas: desde estres hasta antibióticos) puede generarnos problemas de salud; como nuestra forma de alimentarnos incide de manera fuerte en nuestra salud intestinal; etc. La autora enfoca el libro en la relación que hay entre una mala salud intestinal y problemas de comportamiento (autismo) o esquizofrenia, y como la dieta GAPS ha demostrado tener excelentes efectos en estos pacientes. En fin, recomiendo el libro 100% tanto para las personas con un familiar autista o esquizofrenico, como para cualquier persona que tenga alguna enfermedad autoinmune, problemas en los intestinos o simplemente sospeche que podría sentirse mucho mejor con un cambio de dieta.

Como quería conocer más de la dieta GAPS, continue con el libro de Elaine Gottschall, “Breaking the vicious cycle: intestintal health through diet” (Rompiendo el círculo vicioso: salud intestinal a través de la dieta).

Y eso explica porque el poquísimo tiempo libre que he tenido, no se ha manifestado en el blog 😦 Pero una vez empecé a leerlos no quise publicar más nada relacionado con el tema del colon hasta no tener un mayor entendimiento de esto.

Y para no hacerles el cuento más largo… Sigue leyendo

Del colon y sus negocios sucios…

Hoy día hay un producto para todo y no me cabe duda que entre quienes mejor se posicionan en internet para la venta de sus productos están todos los que venden algo para limpiar el colon. Si señores, así como lo leen. Esto hace que buscar info sobre el tema sea especialmente difícil, ya que lo más disponible viene de empresas que están vendiendo esos productos y esta de más decir que cualquier cosa que digan al respecto es… cuestionable y digno de mayor investigacion (porque cuando limpias el colon de lo malo, igualmente lo limpias de lo bueno… entonces habra que ver en que casos el servicio es realmente necesario).

En fin, el colon… nuestro fiel amigo que se encarga de todo el trabajo sucio de nuestro cuerpo y que siempre (aunque muchas veces con nombres mas vulgares) es objeto de todo tipo de conversaciones. He ahí el origen de mi interés sobre el tema: amigos eternamente preocupados por la salud de sus cólones y un inminente cáncer; cada vez mas personas conocidas con problemas en el colon de todo tipo; artículos y mas artículos sobre lo importante de tener un colon sano; extraños dolores abdominales…

En fin, decidí hacer una pausa de la interminable investigación de los transgénicos (interminable en muchos sentidos) y echarle el ojo a este tema para descubrir que es lo que genera tanta atención respecto al colon y que puedo hacer para echarle una mano.

¿Qué es el Colon?

Fuente de la imagen: Colonic hydrotherapy

El colon es un órgano muscular, como una especie de tubo que constituye una de las ultimas paradas en todo el sistema digestivo (después del colon viene el recto y luego el ano y se acabó para esa deliciosa torta de zanahoria que desayunaste).

Su función radica en recibir el “quimo” o “bolo alimenticio” (que cuando llega a este punto apenas tendrá un 10% de nutrientes más o menos. El resto ya habrá sido absorbido.) y extraer de el líquidos, vitaminas, sales y minerales (sodio, magnesio, cloruro, vitamina k, etc… ¡Que no se pierda nada!) y luego lo mezcla con la mucosa y bacterias propias del colon para formar las heces y guardarlas ahí hasta que vayas al baño (supuestamente estos microrganismos forman hasta el 60% de las heces :-O ).

Parece que su trabajo es relativamente simple ¿No? Recibir lo que haya quedado de la comida, sacarle lo último que se le pueda sacar, fermentarlo un poco y luego guardarlo hasta que vayas al baño (que idealmente serian 2 a 3 veces al día… si, así como lo lees: deberías ir al baño de 2 a 3 veces al día). Siendo este el caso… Sigue leyendo

Los productos derivados del petróleo

Mi post de inauguración estaba supuesto a ser un post sobre una excelente alternativa de depilación que he encontrado. Aunque sabía que la ‘cera’ que uno uso para quitarse esa maraña de encima es algo que es mejor evitar no tenía claro por qué, así que decidí investigar un poquito al respecto y… ya saben cómo es esto: una cosa lleva a la otra y así acabamos con los productos derivados del petróleo, el nuevo miembro en mi lista de productos a evitar.

Ya te digo porque, a ver si te unes a mí cruzada por una vida más ecológica y más sana.

Primero lo primero: ¿Qué son derivados del petróleo?

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